Ir al contenido principal

Mi peor enemigo


Todos corren, todos hacen, todos viven. ¿Y yo? ¿Por qué no puedo? A veces intento hacer un esfuerzo por mí, pienso que tal vez esta vez podré correr, crear y vivir al igual que todos. Pero se ve tan lejano. Y más que lejano, inalcanzable.

Quería ser artista, pero nunca me sentí lo suficientemente buena. Quería dirigir cine, pero mis ideas me suenan vacías. Quería ser escritora, pero lo que escribo no me sabe a nada, me parece insípido. Siempre hay un “pero” detrás de todo lo que quiero. Pero esto. Pero aquello. Pero yo. Y al final no hago nada, porque los peros me aplastan, o porque mi mente ya me ha vencido antes de empezar.

¿Cuándo voy a hacer algo sin sentir que no valgo? Tengo mil ideas en la cabeza, mil imágenes, palabras, escenas, como si mi mente no pudiera dejar de crear. Pero justo cuando creo que puedo empezar, algo dentro de mí se quiebra. Una voz aparece. Una pequeña sentencia que me dice que no soy capaz. ¿Lo soy? ¿Soy capaz? ¿Por qué siento que no? 

Y me dicen floja porque nunca me ven haciendo o intentado algo, pero no es que lo sea. No soy floja o perezosa, no se trata de eso. Es mi mente. Esta mente que no me deja avanzar, que convierte cada deseo en un peso imposible de cargar.

A veces solo quiero que se calle. Apagarla, arrancarla, matarla. Pero hacerlo significaría lastimarme. Y no voy a mentir, hay días en los que suena tentador.

Vivir así es como caminar al borde de una mala decisión. Una que no quiero tomar, pero que no dejo de imaginar. Y eso también me agota.

Y aunque no sea hoy, algo en mí siente que ese día podría estar cerca. Si la única forma de silenciar esta mente es dejar de ser, quizás algún día lo haga. Quizás algún día me despida de ella, mi peor enemigo.

Por: Libni Barranza

Comentarios

  1. Este texto pega fuerte porque es honesto. No intenta adornar lo que duele ni disfrazar lo que pasa por la cabeza cuando todo se siente demasiado. Es real, y eso lo hace valioso. Se nota que viene de un lugar muy personal, y justamente por eso conecta.
    ¿Quién me pagó el blog premium?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Qué es el amor? ¿Por que seguir existiendo?

Había algo que no sabía explicar con palabras, algo que nacía en lo más profundo de su pecho cada vez que pensaba en esa idea, en esa posibilidad. No era una historia de traición ni de dolor; no esta vez. Era la simple, pero abrumadora, sensación de que el amor, el verdadero amor era un fenómeno que nadie podía controlar. Se preguntaba si el amor era esa revolución interna que lo sacudía cuando veía a alguien especial, esa ansiedad tibia, esa electricidad silenciosa que lo dejaba inquieto durante horas. Sentía que la vida, en su infinita rareza, cobraba sentido en esos instantes. El amor, pensaba, no era algo que se buscara: era algo que te encontraba, como un viento que sopla en el desierto cuando ya no esperas sentir nada. Para él, cuando el amor aparecía, todo se transformaba. El mundo entero quedaba fuera de foco y esa única persona se volvía la luz alrededor de la cual giraba su existencia. No era obsesión, era dedicación; no era vacío, era plenitud. Era esa necesidad de alejarse ...

Sapere aude: el desafío de emancipar el pensamiento en una sociedad encadenada

  “¿Qué es la Ilustración?”, es un ensayo en el que Immanuel Kant, da a conocer la distinción entre la minoría de edad intelectual, en la cual las personas son dependientes de otros por miedo o pereza, y la mayoría de edad , que hace referencia a utilizar el propio entendimiento de manera autónoma, lo cual involucra la emancipación intelectual (el individuo cuestiona lo que la sociedad ha establecido, toma decisiones por sí mismo e incluso asume la responsabilidad de sus propias ideas); este proceso, según Kant, exige valentía, dado que implica poner en tela de juicio las convenciones establecidas en conjunto. De esta manera, a lo largo de este escrito, daré a conocer por qué es necesario “tener valor” para pensar por uno mismo y cómo esta idea sigue siendo relevante en nuestra sociedad actual. Kant nos dice (2007):            ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración. ...

Creo que me amaste, o tal vez fue ayer, bueno creo que ya hace tiempo fue que lo hiciste.

Hay personas que sienten distinto. No más, ni menos. Solo distinto. Como si tuvieran el alma sin piel y cada gesto, cada palabra, les tocara directamente el hueso del ser. Él era así. Sentía con una intensidad que asustaba. Amaba con la esperanza ciega de quien cree que el amor, si es verdadero, puede con todo. Y dolía… dolía como si el cuerpo entero le hablara cuando las cosas cambiaban. Un día, el calor se volvió distancia. La dulzura se volvió brevedad. Y los ojos que antes lo buscaban, ahora pasaban de largo. Él lo notó, claro que sí. Primero se culpó: tal vez estoy pidiendo mucho. Luego se quebró: ¿y si ya no me quieren como antes? Empezó a hablar más, no para reclamar, sino para suplicar: escúchame, por favor. solo quiero sentir que importo. solo quiero que me abraces como antes, cuando no tenías que pensarlo dos veces. Pero no fue escuchado. O tal vez lo fue, pero no comprendido. La respuesta era siempre el frío. Un silencio que no gritaba, pero tampoco curaba. Él empezó a pensa...